Conceição Trucom*

Pues bien, la realidad es una ilusión a partir de la certidumbre de que somos y materializamos exactamente lo que pensamos. Pero la cuestión es: ¿tienes consciencia de lo que piensas en cada segundo de tu vida? ¿Sabes lo que vas a pensar dentro de 30 segundos?

El ser humano anhela ser feliz, tener salud, estar en paz, pero ¿cuánto tiempo invierte en organizar el caos y el inconsciente de su mente? Sí, porque es el inconsciente quien se pone al mando mientras no se toma el control de estas riendas.

Nuestra realidad, nuestras percepciones (5 sentidos) pasan por el filtro (distorsionado o no) de lo que pensamos. El ser humano, con su libre albedrío, crea su realidad a partir de todas las creencias, condicionamientos y patrones de pensamiento: todo por información del sótano subterráneo desconocido, piloto automático de quienes no meditan.

Así, podemos desear llevar a cabo muchas cosas buenas, sueños y metas. PERO, si no tenemos consciencia (conocimiento de causa y efecto) o comando (decisiones, opciones, actitudes asertivas) de lo que estamos pensando en cada momento, ¿cómo podremos encaminar estas metas y sueños hacia un lugar específico de llegada (resultados, futuro)?

Tantos hablan de espiritualidad y meditación, sin embargo, esto es sencillamente lo que significan o proponen: ¿sabes tú exactamente qué es lo que estás pensando ahora? ¿Sabes exactamente dónde está tu mente AHORA? ¿En lo positivo descarrillado (pasional – Raja), en lo negativo (destructivo – Tama) o en la inteligencia plural (sabiduría – Satwa)? ¿Cuál es tu perspectiva de realidad en este exacto momento? ¿Cuál es el nivel de distorsión de tus pensamientos? ¿Qué es lo que estás magnetizando con tus pensamientos, caóticos o lúcidos, AHORA?

Porque el lugar en donde te encuentras ahora, bueno o malo, sólo puede perpetuarse o transformarse, si actúas estando realmente en este lugar. Percibiendo TODO a partir de una perspectiva ALERTA y CONSCIENTE: el estado meditativo. Fuera de este lugar estás viviendo en el mundo de la ilusión: ninguna cosecha que valga la pena, que traiga alegría, que aumente tu energía vital.

Meditar, si bien pueda serlo durante el entrenamiento y aprendizaje, no es estar parado, aislado, silencioso, como muchos piensan. El estado meditativo es que te encuentres en alerta, despierto, consciente: de tus pensamientos y tus comandos. Y, a partir de esta PRESENCIA se hace POSIBLE, REAL el tomar decisiones, elegir, aprender, recibir, agradecer, celebrar, romper, finalizar, desapegar…: vivir la realidad.

Bueno, en un sincronismo mágico, acabo de recibir este maravilloso texto de Wagner Borges: Pensamiento – el Artífice del Destino

Si pensamos mejor, mejores seremos.
Esto es ley básica del pensamiento.
La energía sigue automáticamente a lo que pensamos.
Luego, mejoran las energías de quien piensa mejor.

Quien piensa en mejorar, ya mejora sólo por pensarlo.
El pensamiento es el artífice del destino.
Cada pensamiento es un surco en la mente,
Por donde corren las energías y los sentimientos.

Cada elección, modos del pensamiento.
Cada acto, elección del pensamiento.
Cada destino, modos de elegir.
¡Cada cual es lo que piensa!

Quien piensa, elige; quien siembra, recoge.
Quien planta cerezas, cosechará cerezas.
Quien siembra viento, recoge tempestad.
Quien siembra luz, ya mejora sólo por sembrar.

Cada acto es pensamiento exteriorizado.
Cada palabra es la sonorización del pensamiento.
Cada gesto es movimiento del pensamiento.
Cada energía manifestada, modos del pensamiento.

Pensamos, luego existimos.
O, mejor, existimos porque pensamos.
O, sería más acertado decir:
¡Pensamos, luego complicamos!

El pensamiento va y viene por los surcos...
Su naturaleza es el movimiento.
Y ese es su tormento: la agitación.
El remedio: la meditación.

Em português: Onde você está AGORA?

Traducción de Teresa - O endereço de e-mail address está sendo protegido de spambots. Você precisa ativar o JavaScript enabled para vê-lo.