Conceição Trucom*

Hace muchos años, estaba yo de vacaciones en Monte Verde/MG y en vísperas de retornar a casa llovió torrencialmente. Conclusión: las calles de esa ciudad son todas de barro y quedé literalmente aislada en Monte Verde durante 2 días. Al instante me di un toque: algo importante va a ocurrir en esta permanencia forzosa.

Adopté todas las providencias que estaban a mi alcance, me relajé y me dispuse a leer, por cierto, mi gran afición. Pedí un libro prestado a mi amiga. Ella me prestó uno que había acabado de leer, y me dijo: este libro dejará huella en ti.

Lo devoré – cerca de 200 páginas – en una tarde. Muy emocionada, la sensación que tuve al final fue: ya no tengo necesidad de leer nada en bastante tiempo, pues me siento colmada, súper-nutrida, tanto, que en este momento no hay espacio para nuevos conocimientos o lecturas, sólo reflexiones. ¿Su título? O Despertar da Terra (El Despertar de la Tierra), de Peter Russel (Editora Cultrix).

En tan pocas páginas, asesorado por profesionales brillantes, desde los de formación técnica (como ingenieros, etc.), científicos multidisciplinarios (químicos, físicos, geólogos, paleontólogos, etc.), metafísicos y grandes maestros y meditadores del oriente, Peter ha conseguido contar la historia de los billones de años de la Tierra con absoluta maestría.

De esta lectura, queda una certidumbre: la de que Gaia, la esencia de este planeta nuestro, tiene una capacidad impresionante de amor por la humanidad que en la Tierra habita. El sostenimiento de la vida aquí en la Tierra depende de tantas variables, cuya PEQUEÑÍSIMA modificación puede exterminar toda la vida en este planeta. Un ejemplo, la concentración de oxígeno en la atmósfera: un 5% en más o en menos y adiós. Otro ejemplo: la existencia de los océanos. Si uno de ellos desaparece, adiós a la humanidad y a todos los seres vivos.

Queda una seguridad tan inmensa de la capacidad de misericordia que Gaia tiene por los terráqueos que empecé a sentir fe, esperanza y deseos de alinearme mejor con Gaia, ser como ella, vibrar en la misma sintonía. Y, en este momento, la sensación es que el corazón va a estallar de tan inmenso, que es preciso cerrar los ojos porque ofusca con tanta luz, que no es preciso respirar, hacer cualquier esfuerzo, pues la fuerza del amor de Gaia es absurdamente sustentadora.

Peter afirma, basado en todos sus consultores, que Gaia (que es energía y luz) se propaga en una frecuencia de 8 ciclos/segundo, la misma frecuencia de las ondas cerebrales que alcanzamos en estado meditativo. Afirma también que la masa crítica para Despertar la Tierra, o sea, que la humanidad se ponga en sintonía con la fuerza de sostenimiento de la vida en la Tierra (Gaia), es que haya durante 24 horas/día, 200 millones de meditadores.

En otras palabras, cuando aquí en la Tierra estén 24 horas/día, 200 millones de seres EN ESTADO DE MEDITACIÓN, generando una sintonía, un sincronismo en la frecuencia de Gaia (o ciclos/segundo), toda la lógica de catástrofes SE DESARMARÁ. La torsión de elevación (en armonía) desde la tercera a la quinta dimensión se concretizará.

No se trata de un milagro, sino de un Despertar de Conciencias, pues en estado de meditación, el alineamiento con todas las jerarquías de luz se torna posible y la fuerza de esta masa crítica, de esta unión, tendrá el poder de neutralizar todas las desarmonías, todas las fuerzas de destrucción.

Bueno, no existen milagros (¿?), pues cada cual tiene que hacer su parte. Aunque la evolución sea personal e intransferible, sabemos que no se trata de aislamiento, sino de volverse más verdadero, más puro para con la propia existencia y, así, unirse a los seres que están en el mismo propósito: evolucionar para posibilitar el alineamiento con las frecuencias de AMOR y LUZ = Dios.

¡Somos todos UNO!

Em português: O Despertar da Terra

Traducción de Teresa - O endereço de e-mail address está sendo protegido de spambots. Você precisa ativar o JavaScript enabled para vê-lo.