Por Conceição Trucom*

El limón está considerado por la milenaria medicina Ayurvédica, la medicina más antigua del planeta, como ¡el alimento más fantástico de la humanidad!

Curiosamente, el limón es la fruta que más depende de la fotosíntesis para su perfecta maduración y suculencia. Por tanto, el limón es, de todas las frutas y alimentos de origen vegetal, el mayor depositario de energía solar. Luz y Prana concentrados en una bolita, accesible a todos y que cabe en las manos: ¡el limón!

Siendo así, el limón tiene motivos sobrados para ser el primero en la lista de alimentos que favorecen la vida: el buen humor, el buen astral, la lucidez, la claridad, la vitalidad, la fecundidad (de ideas, de visiones, de gestación…) y la memoria.

Su jugo, flores, colores, fibras, vitaminas y el aceite contenido en su cáscara favorecen a:

• - Vitalidad: cuando activa el sistema inmunológico, actúa como fijador de vitaminas y sales minerales y como un antibiótico natural;
• - Juventud: cuando actúa como antioxidante y alcalinizante de todos los líquidos corporales;
• - Desintoxicación y limpieza de todos los órganos y sistemas excretores – HÍGADO, RIÑONES, pulmones, intestinos y piel;
• - Todos los sentidos (vista, olfato, tacto, audición, paladar y demás sentidos): cuando armoniza todos los órganos, vísceras, sistemas y meridianos de energía.

Sin embargo, cuando hablamos específicamente de visión, y procurando entender al cuerpo humano de una forma holística, como es el caso de la Medicina Tradicional China (MTC), tenemos que hablar de hígado y vesícula.

Y, cuando hablamos del hígado, desde el punto de vista energético, estamos hablando del hígado propiamente, pero también de la vesícula biliar, de los ojos, de los hombros, de las rodillas, de los tendones, de las uñas, de los senos, y de todo el aparato reproductor femenino, desde ovarios a trompas, útero y vagina. Por este motivo, en la MTC se dice que el hígado es el órgano más importante para la mujer, así como el riñón lo es para el hombre.
Cuando el hígado funciona mal, puedes estar seguro de que algunos de los aspectos de la salud de las partes mencionadas podrán ir mal, pero, ciertamente, tu capacidad de observar la vida irá de mal a peor.

Y, si no se mira a la vida, allá se va al espacio la intuición (sinónimo de creatividad e inspiración), la fe (opuesto de la ansiedad, miedo y pánico), el buen humor y la alegría (sinónimos de significación de la vida), el equilibrio y la inteligencia (capacidades de observar al otro y las soluciones).

Y se trata de un círculo cerrado: observar ayuda al hígado y un hígado saludable nos ayuda a observar mejor.

Encarar serenamente un desafío - mirarlo de frente -, sin ilusiones, sin esconderse debajo de la alfombra, vuelve todo más fácil y digerible. Solucionable. Ese comportamiento facilita la descomposición de los alimentos, incluso los más pesados como las grasas y vitaminas oleosas. La digestión de la vida.

Actitudes negativas, de no querer ver los desafíos, de no prepararse para enfrentarlos, hace que se vuelvan todavía más grandes, dificultando todas las funciones del hígado. Todo se hace indigesto ¿no es cierto?

El hígado posee también una gran capacidad de regeneración, cualidad intensificada en personas más flexibles a los cambios y que tienen facilidad para rehacerse a partir de situaciones difíciles.
Y en esta situación el consumo diario de limón es una decisión sabia, pues él será cómplice de la recuperación de este órgano y de los demás, reactivando la armonía metabólica del organismo.

Metafísicamente hablando, los disturbios del hígado son provenientes del hábito de quejarse con amargura y mal humor apenas para iludirse (resistir a los cambios) de pensamientos mortificados, plenos de rabia, miedo y odio de situaciones del pasado. No ver revela un no querer mirar. ¿Sencillo, no?

Has oído a alguien decir: ¡La ira me ha cegado! ¡Ante el miedo me quedé en blanco! ¡Era tanto el odio que no conseguía ver!

¿Cambiamos? ¿Salimos de estas defensas?

Las afirmaciones adecuadas para iniciar el proceso de cura, según Louise L. Hay en su libro Cura tu Cuerpo (Cure seu Corpo – Editora BEST SELLER), son:

Libero el pasado y avanzo hacia el futuro. O sea, sólo tengo ojos para el futuro.

Me adapto con dulzura al flujo de la vida. Hago las paces con mi pasado. ¿Habéis entendido por qué llamo a mi site: Dulce Limón?

Los principales agentes físicos que causan daño al hígado y a la vista son:

Alcohol, tabaco, café, té (excepto el verde y los de hierbas), cacao, excitantes, azúcar blanco y los demás azúcares, edulcorantes artificiales, alimentos refinados, productos químicos sintéticos en demasía, exceso de grasas animales, alimentos industrializados.

Cuidados & buen sentido:

- Una dieta rica (50%) en alimentos crudos, frescos, integrales, con elevado tenor de fibras y sustancias antioxidantes, lógicamente exentos de agro-tóxicos;

- Practicar en ayunas los zumos de la Alimentación Desintoxicante, que siempre contengan al menos 1 limón en su composición;

- Hacer uso de infusiones y tónicos hepáticos;

- Consumir diariamente cerca de 8 vasos de líquidos, entre zumos, té y agua;

- Masajear las palmas de las manos y las plantas de los pies con una bolita especial, para estimular todo el sistema hepático, digestivo y excretor;

- Practicar ejercicios corporales y respiratorios diariamente, porque ellos despiertan todo el metabolismo y la vida, y;

- Practicar la Terapia de la Risa (5 minutos como mínimo ante el espejo puede ser un ejemplo), porque el buen humor desopila el hígado y hace buen uso de las ventanillas del alma: los ojos.

Traducción de Teresa - O endereço de e-mail address está sendo protegido de spambots. Você precisa ativar o JavaScript enabled para vê-lo.