Por Conceição Trucom*
Los hijos son nuestra alegría y orgullo. Son la próxima generación, y lo que comen hoy puede garantizar – o estropear – su salud y su realización durante el transcurso de la vida.
Como padres y sociedad, queremos lo mejor para esos seres – está claro que lo queremos – por eso siempre existe un deseo consciente de poner en práctica, como mínimo, pautas ideales de alimentación, para estar seguros de que hemos cumplido nuestra parte, de que hemos criado individuos altamente resueltos, con sus propias preferencias en cuanto a la alimentación y a la vida, y punto final. No obstante, la alimentación que ofrecemos a nuestros hijos ¿se compagina con estos propósitos?
Si bien inicialmente, o distraídamente no pensemos de esta manera, es importante reflexionar sobre esta perspectiva, pues el desarrollo físico y mental de los críos depende de que se les proporcionen todos los nutrientes necesarios, mediante una alimentación equilibrada, natural y variada.
Acabo de leer el libro Freakonomics - Steven D. Levit – editora Campos, que levanta una premisa inquietante: si la moralidad representa el modo en cómo nos gustaría que el mundo funcionase, la economía tiene herramientas para mensurar el modo en cómo él realmente funciona. Si es la pobreza lo que hace aumentar la criminalidad, ¿por qué el mundo industrial, que detenta el poder del dinero, es tan criminal? ¿Quién mata más que una industria alimenticia que con sus anuncios robotiza a los críos, haciéndolos víctimas de una publicidad salvaje, a fin de que consuman golosinas que no nutren, sino que los destruyen?
Ha llegado la hora de que reflexionemos qué tipo de alimento nutre y sustenta nuestras vidas y las de nuestros hijos. De saber usar nuestro dinero para comprar salud y no la facilidad de permutar el amor de los críos por consumiciones dispensables. Este es el camino más fácil para lidiar con los hijos y, súper interesante para perpetuar los ‘crímenes’ del capitalismo salvaje. Pero no construye la salud, ni física y menos todavía la de nuestras relaciones con los bajitos, que un día serán adolescentes y adultos.
Lo que ellos comen puede afectar a su desempeño escolar, a su comportamiento y, obviamente, a su salud. Comencemos por la importancia de un buen desayuno por la mañana, que puede ser muy sencillo, como un batido reforzado de leche de semillas. Súper nutritivo, agrada a los apresuradillos, a los que prefieren, o no, comer antes de salir para el colegio, y marcará la diferencia en el rendimiento de toda la mañana: aprendizaje, actividad física y social.
Muchos críos están creciendo sin conocer los principios de la buena nutrición, llegando incluso a despreciarlos. Algunos pican todo el día, otros son golosos y están por encima del peso. La obesidad infantil es un problema y tanto. Estadísticas de la encuesta anual de salud de 2004, llevada a cabo en Gran Bretaña (2004 Annual Health Survey of Great Britain), divulgada en 2006, ponen de manifiesto que el 19% (casi una quinta parte) de todos los críos británicos de entre 2 y 15 años son obesos. Desde 1995 se produjo un aumento del 10% en la obesidad en los niños y del 15% en las niñas. Y diversos estudios muestran que los críos con sobrepeso tienen mayores probabilidades de ser adultos con sobrepeso.
Uno de los principales motivos por los cuales tantos críos estén gordos, incluso obesos, es que les guste tanto comer alimentos azucarados y grasientos – junk food, chocolate y saladitos de bolsa. ¿Por qué nos gustan tanto estos alimentos? ¿Será que podemos hacer algo para estimular a los críos de todas las edades a probar alternativas más saludables?
Es preciso investigar cuándo ha comenzado esta ‘neura’ por picar y por qué tantos padres tienen dificultades para hacer que sus hijos coman legumbres y hortalizas.
¿Será que estar frente al televisor durante muchas horas al día o durante las comidas puede influir adversamente en el peso de los críos?
Y nos preguntamos: ¿Por qué no todos los críos son obesos? ¿Habrá alguna cosa dentro de nosotros que nos avisa cuándo ya hemos comido lo suficiente? Y si es cierto que la tenemos, ¿por qué no funciona en todos?
Bueno, las ediciones mensuales de las Revistas Especial Kids están dando qué hablar, pues su propósito es justamente el de encontrar este camino de construcción y unión: ceder al consumismo es fácil, pero ¿nos conduce a un mundo que deseamos sea mejor?
Al igual que una dolencia o su curación empiezan por una célula, el cambio del mundo comienza por una decisión comprometida, por parte de cada uno de nosotros, principalmente si lo que traemos entre manos son los Seres del futuro.
Traducción de Teresa - O endereço de e-mail address está sendo protegido de spambots. Você precisa ativar o JavaScript enabled para vê-lo.
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Reprodução permitida desde que mantida a integridade das informações e citadas a autora e a fonte: www.docelimao.com.br
* Conceição Trucom (Instagram: @conceicaotrucom) é química, pesquisadora, palestrante e escritora sobre temas voltados para alimentação natural, bem-estar e qualidade de vida. Possui 10 livros publicados, entre eles O Poder de Cura do Limão (Editora Planeta), com meio milhão de cópias vendidas, Mente e Cérebro Poderosos (Pensamento-Cultrix) e Alimentação Desintoxicante (Editora Planeta).