Conceição Trucom*
Antes una reflexión
Cada vez que leo algún artículo sobre combinación de alimentos, me quedo bastante desorientada, pues desde la mitad hasta el final de las prohibiciones ya me encuentro confusa y no sé ya que pensar o hacer.
Muchos de esos trabajos son escritos por médicos y nutricionistas de peso y respeto. Como química, incluso entiendo la mayoría de los fundamentos. Sin embargo tengo algunas cuestiones para colocar, en defensa de la practicidad y de la mayor libertad para elegir en alimentación:
1) Cuando una persona está por demás intoxicada, es cierto: el organismo ya no administra nada. Los sabotajes están prohibidos y los síntomas y dolencias empiezan a suceder, señalando un total estado de alerta. En este caso, seguir tales recomendaciones médicas es un recurso indicado, hasta que el organismo tenga más espacio y recursos endógenos para digerir los alimentos, su vida, a sí mismo y a sus relaciones.
2) Cuando la persona tiene hábitos alimentarios saludables, haciendo un uso mínimo de alimentos que desactivan y matan la vida (como es el caso de dulces, refinados y procesados), y un uso masivo (> que el 50%) de alimentos crudos y vivos, además de hábitos desintoxicantes, etc., su organismo está mucho más preparado (va sobrado) para muchas de las combinaciones alimentarias que muchos autores condenan. Ejemplo: frutas con legumbres y hortalizas. Entre las recetas que propongo en mi libro Alimentación Desintoxicante, en muchas de ellas hago uso de esta combinación. Porque tras la fase inicial de desintoxicación, que puede durar de 1 semana a 1 mes, tales cócteles son muy bien aceptados por el organismo.
3) Así como no se debe súper-proteger a un niño, incluso contra bacterias y virus, tampoco se debe súper-proteger ningún sistema metabólico. Lo que deseo exponer es que no es posible ofrecer a nuestro sistema digestivo CERO estrés metabólico. Él ha de tener flexibilidad, capacidad adaptativa y desarrollar inteligencias. Existen alimentos de la naturaleza, que contienen en su composición alguna de las prohibidas combinaciones, como batatas amiláceas, que son dulces, frutas que son grasientas y proteicas. ¿Dejamos de comerlas? Mi opinión: jamás, siempre que sea con moderación. Por cierto, ¡la moderación en todo en la vida!
Estas combinaciones son bastante razonables.
Con el objetivo de facilitar la digestión, la combinación de los alimentos viene tornándose una práctica más y más aceptada como una necesidad. La idea es que para recibir la energía de los alimentos, no tengamos después que gastarla para digerirlos. Al final de la refacción nos sentiremos más leves, con ganancia de energía para continuar nuestros movimientos diarios.
Presento a continuación un estudio de Ann Wigmore, adaptado por Ana Branco.
Semillas Germinadas y Brotes – Con el proceso de la germinación, las semillas se vuelven neutras. Notad la magia: se combinan con todos los alimentos. Dad preferencia a la combinación de las semillas oleaginosas con las frutas, pues con su elevada riqueza en enzimas, facilitan, holgadamente, todo el proceso de digestión y excreción.
Hortalizas – Las verduras, legumbres, raíces, flores y hierbas se combinan entre sí. Aguacate, manzana y limón son las frutas que mejor acompañan a las hortalizas.
Frutas dulces – Plátano, caqui, higo, castaña, dátil, uva moscatel, anón y frutos secos en general, se combinan entre sí.
Frutas cítricas y Sub-cítricas – Manzana, uva, pera, ciruela, piña, tangerina, naranja, mango, chirimoya, maracuyá, guayaba y kiwi son ejemplos de frutas que se combinan entre sí.
Frutas Neutras – Aguacate, melón y limón son frutas que se combinan con todas las demás frutas y el aguacate y limón también con las hortalizas.
Melón y Sandía – Deben ser consumidos solos, con limón o hierbas frescas y digestivas, como la hierbabuena y el hinojo.
Combinaciones inadecuadas
Las limitaciones que se exponen a continuación son difíciles de llevar a la práctica, pero son útiles en el momento de una dolencia crónica o más grave. Incluso para hacer un estudio de alergias y diagnósticos.
El texto que sigue es de la amiga y nutricionista Fátima Pinsard.
El valor nutritivo de un alimento no está en su composición química, sino en su grado de digestibilidad. Aun con alimentos naturales, buena masticación y lenta deglución, no está completamente asegurado el éxito del proceso digestivo, pues hay alimentos que mezclados con otros producen mala combinación, dando lugar a subproductos tóxicos.
Para evitar los inconvenientes de las malas combinaciones, la mejor regla será simplificar las refacciones y que utilices tu intuición. La cantidad es otro factor que interviene en la digestión. Comer sin hambre o en exceso son factores desequilibrantes en la digestión, pues el cuerpo no asimila el exceso.
Evita líquidos durante las refacciones, principalmente los que contienen azúcares, pues éstos desencadenan la fermentación. Los líquidos apresuran la deglución antes de completar la masticación e insalivación de los alimentos, impidiendo además la acción del jugo gástrico hasta que sean absorbidos. Las bebidas heladas o muy calientes alteran la temperatura de la masa alimenticia en el estómago, cuya digestión queda interrumpida hasta que se alcance nuevamente la temperatura natural del cuerpo (37ºC).
1. Evita ingerir más de dos alimentos amiláceos en la misma refacción, pues cada uno tiene un tiempo digestivo. Esto provoca fermentación (gases y eructos) y acidifica el estómago. Ejemplo: macarrones + patatas + pan.
2. Evita ingerir alimentos ácidos y almidones en la misma refacción. La digestión de los almidones comienza en la boca por la acción de la tialina, que los transforma en maltosa (un tipo de azúcar). La tialina sólo actúa en medio alcalino. La presencia de ácidos daña esta enzima favoreciendo su fermentación. Ejemplo: macarrones con salsa de tomate.
3. Evita ingerir almidones y azúcares en la misma refacción. La digestión de los almidones comienza en la boca y prosigue, en condiciones apropiadas, en el estómago. Los azúcares no son digeridos ni en la boca ni en el estómago, su digestión tiene lugar en el intestino delgado. Cuando consumidos aisladamente, pasan rápidamente del estómago al intestino. Cuando consumidos juntos, quedan retenidos en el estómago aguardando la digestión de éstos. Como los azúcares tienen tendencia a la fermentación rápida, en las condiciones de calor y humedad existentes en el estómago, la combinación almidón y azúcares produce fermentación ácida. Ejemplos: arroz dulce, bollos y panes dulces.
4. Evita ingerir dos proteínas concentradas en la misma refacción. Para una digestión eficiente, cada proteína exige jugos gástricos de composiciones diferentes, además de tiempos distintos. Ejemplo: mientras que el jugo gástrico necesario para la digestión de la carne tiene su pH máximo al principio de la digestión, el jugo gástrico necesario para la digestión de la leche tendrá su pH máximo al final. Ejemplos: carne con leche, carne con huevos o leche con nueces.
5. Evita ingerir proteínas y ácidos en la misma refacción. El inicio de la digestión de las proteínas se da en el estómago en presencia de la enzima pepsina que actúa en medio ácido. La ingesta de ácidos en exceso va a inhibir la acción de esta enzima.
6. Evita ingerir proteínas con grasas. La presencia de las grasas en los alimentos disminuye la actividad de la secreción gástrica, además de bajar la cantidad de ácido clorhídrico y pepsina en el jugo gástrico, retrasando la digestión de las proteínas.
7. Evita ingerir leche con frutas ácidas. Cuando la leche entra en el estómago, se cuaja, envolviendo las partículas de los otros alimentos, aislándolos del jugo gástrico.
8. Evita ingerir postres (dulces y helados). Ellos ya constituyen un exceso sobre la alimentación, sobrecargando la capacidad digestiva. Además, generalmente son azucarados, lo que conduce a los trastornos anteriormente mencionados.
9. Evita ingerir frutas oleaginosas con frutas dulces en la misma refacción porque la grasa al mezclarse con el azúcar produce fermentación alcohólica.
10. Evita ingerir frutas ácidas con almidón, pues los ácidos impiden la natural digestión de los almidones, causando fermentación ácida.
Em Português: Combinação de Alimentos - Parte 1
Traducción de Teresa - O endereço de e-mail address está sendo protegido de spambots. Você precisa ativar o JavaScript enabled para vê-lo.
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Reprodução permitida desde que mantida a integridade das informações e citadas a autora e a fonte: www.docelimao.com.br
* Conceição Trucom (Instagram: @conceicaotrucom) é química, pesquisadora, palestrante e escritora sobre temas voltados para alimentação natural, bem-estar e qualidade de vida. Possui 10 livros publicados, entre eles O Poder de Cura do Limão (Editora Planeta), com meio milhão de cópias vendidas, Mente e Cérebro Poderosos (Pensamento-Cultrix) e Alimentação Desintoxicante (Editora Planeta).